Diagnóstico de Patología Dual

A continuación os dejamos diez de las preguntas más frecuentes que pueden surgir frente a un diagnóstico de patología dual. Si bien, el proceso de recuperación puede parecer complicado al principio y provocar ciertos temores, la coexistencia de un trastorno mental junto con una adicción es bastante frecuente y, un diagnostico adecuado resulta fundamental para que el tratamiento posterior sea efectivo.

Lo cierto es que diagnóstico de patología dual resulta extremadamente común. De hecho, es muy frecuente que previo a la adicción exista algún tipo de trastorno mental.

La comorbilidad de las afecciones mentales con la adicción es muy alta. Por ejemplo, entre las personas que padecen una dependencia hacia el cannabis, las cifras alcanzan el 75% de los casos con algún tipo de diagnóstico dual, con mayor frecuencia comórbido con un trastorno del estado de ánimo o de ansiedad.

En los diagnósticos de esquizofrenia, alrededor del 55 % de los pacientes padecen trastornos preexistentes por abuso de sustancias y alrededor del 66 % de los pacientes con un trastorno por abuso de sustancias también presenta un trastorno psiquiátrico preexistente.

Como hemos dicho, generalmente, en el diagnostico de patología dual, la enfermedad mental ya está presente antes de aparecer la adicción y es, precisamente dicha afección mental, la que provoca que las personas sean más propensas a recurrir a las drogas y al alcohol, generando un trastorno dual. Los pacientes con trastornos de salud mental, a menudo, recurren a sustancias para tratar de lidiar con el estrés y el trauma, a falta de mejores soluciones y recursos.

Durante años, el tratamiento de la salud mental y la recuperación de la adicción a las drogas se consideraron dos problemas separados con procesos de tratamiento diferenciados. Esto suponía buscar atención con distintos profesionales y colocaba el peso de integrar dichos tratamientos en el paciente, haciendo la situación muy complicada para el mismo en la mayor parte de casos.

Sin embargo, incluso con el auge de los tratamientos integrados, la recuperación es más sencilla y efectiva, siempre que se mantenga un seguimiento adecuado de ambos trastornos, pues tanto la adicción como los trastornos mentales requieren una vigilancia constante incluso después de que las personas hayan entrado en recuperación y se deben trabajar las herramientas adecuadas para evitar el riesgo de una posible recaída.

Las mujeres a menudo enfrentan un estigma adicional cuando se trata de diagnósticos duales, pues no en pocos casos se enfrentan al sexismo de la sociedad como resultado de los estereotipos y las normas de género, por lo que enfocar las perspectiva de tratamiento basadas en el sexo y el género puede resultar de gran ayuda.

Conseguir un tratamiento adecuado también es más complicado para la población sin hogar. En esta población se presentan diagnósticos duales de trastorno psiquiátrico y trastorno por abuso de sustancias casi el 20% de las veces. La falta de vivienda y el estigma asociado pueden reducir sus posibilidades de recibir un tratamiento adecuado.

En el caso de los trastornos por abuso de sustancias, las drogas y/o el alcohol suelen influir en la gravedad del trastorno mental. Para tratar adecuadamente ambos trastornos, es necesario un tratamiento combinado que ayude combatir tanto el trastorno mental, como el de abuso de sustancias. Las drogas y el alcohol suelen estar asociados a los problemas de salud mental e ignorar esas interdependencia sólo aumentará las probabilidades de que aparezcan más problemas en el futuro.

El alcoholismo, por ejemplo, suele contribuir al desarrollo de un trastorno depresivo. Y, a su vez, el trastorno depresivo puede aumentar el deseo de la persona de beber para hacer frente a su depresión. En pocas palabras, el tratamiento en los casos de patología dual debe ser siempre un tratamiento integrado que aborde ambos trastornos a un tiempo.

Al igual que tratar sólo el trastorno mental, tratar sólo la adicción no resuelve el problema. Como se ha comentado anteriormente, los trastornos psiquiátricos aumentan el riesgo de consumir y volverse adicto a las drogas y al alcohol, y las recaídas son, por desgracia, muy comunes.

Tratar tu adicción sin tratar los otros factores que contribuyen a este problema, probablemente, sólo funcionará temporalmente. Lo recomendable, por tanto, es recibir un tratamiento integrado para ambos trastornos con profesionales certificados en salud mental y trastornos por uso de sustancias.

Frente a la sospecha de síntomas coincidentes con este trastorno, lo aconsejable es acudir al profesional médico competente a fin de recibir un diagnostico confiable mediante la valoración pertinente que permita la toma de las medidas más adecuadas.

El tratamiento de la patología dual se debe enfocar en el paciente y en sus necesidades individuales. Siempre surgen y se prueban nuevos tratamientos. Sin embargo, hay algunas prácticas comunes que comparten los trabajadores.

Además de un plan de tratamiento de abuso de sustancias debe incluirse un plan de atención de salud mental y ayudar a los pacientes proporcionándoles recursos y  un seguimiento cercano, utilizando un modelo a largo plazo y ofreciendo intervenciones motivacionales que propicien una buena adhesión al tratamiento. Todas estas medidas deben tener en consideración las dificultades asociadas, tanto al tratamiento del abuso de sustancias, como al tratamiento de la salud mental.

Los tratamientos integrados han demostrado ser más eficaces que los no integrados y los resultados de estos tratamientos integrados son prometedores.

Si los tratamientos de los trastornos de salud mental y de abuso de sustancias se coordinan y se administran en el mismo entorno, es aún más probable que los tratamientos tengan éxito.

El primer paso es consultar a su médico de atención primaria frente a sospecha de estar sufriendo otro problema de salud mental. Además, es importante buscar un plan de atención individualizado que traten la problemática en su totalidad, incluyendo cualquier otro trastorno concurrente, no sólo la dependencia de sustancias.

Aunque un diagnóstico de patología dual puede resultar en un primer momento desalentador y confuso, hay esperanza para la recuperación, y con los recursos necesarios, los profesionales  adecuados y un tratamiento adaptado a tu problemática en concreto, tienes las herramientas a mano para superar la situación con éxito.

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