La anfetamina es un compuesto químico sintético, con la capacidad para influir en la actividad de ciertas sustancias químicas en el cerebro, por lo que puede usarse como herramienta en el tratamiento de diversas condiciones médicas, pero su potencial para el abuso y la adicción la plantean como una droga bastante peligrosa. Por ello, en este artículo hablaremos de que es la anfetamina y cuáles son sus peligros.
Origen
Pertenece a la familia de las anfetaminas, compuestos químicos diseñados para estimular la actividad del sistema nervioso central. Se sintetizó por primera vez en 1887, pero su uso terapéutico no se estableció hasta décadas después.
La anfetamina tiene una estructura química que le permite cruzar la barrera entre la sangre y el cerebro, afectando a neurotransmisores importantes como la dopamina, la noradrenalina y la serotonina. Esto provoca un aumento en la sensación de alerta, energía y mejora del estado de ánimo.
Medicamentos que contienen anfetamina
La anfetamina se utiliza en una variedad de medicamentos recetados, cada uno diseñado para abordar diferentes condiciones médicas. Algunos de estos medicamentos son:
1. Adderall: Prescrito principalmente para el tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y el trastorno por déficit de atención.
2. Dexedrina: Utilizado en el tratamiento del TDAH y la narcolepsia.
3. Vyvanse: Otro medicamento recetado para el TDAH, que se ha formulado para un lanzamiento más lento y controlado de la anfetamina en el cuerpo.
4. Desoxyn: Aprobado para el tratamiento de la obesidad y el TDAH en adultos y niños.
Riesgos
A pesar de sus aplicaciones médicas, la anfetamina conlleva una serie de riesgos y peligros cuando se usa incorrectamente o sin supervisión médica adecuada:
1. Potencial de abuso y adicción: La anfetamina tiene un alto potencial de abuso, lo que puede llevar a la dependencia física y psicológica con el uso continuado.
2. Efectos secundarios: Aumento de la presión arterial, ritmo cardíaco acelerado, ansiedad, paranoia, insomnio, pérdida de apetito y agitación.
3. Sobredosis: Una sobredosis de anfetaminas puede resultar en convulsiones, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca, coma e incluso la muerte.
4. Problemas de salud mental: El uso prolongado de anfetaminas puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos psiquiátricos, como la psicosis y la depresión.
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