Adicción al sexo: todos conocemos los beneficios que conlleva llevar una vida sexual activa, como son la mejora de la piel, potencia el sistema inmune, previene el estrés, y un largo etcétera de favores que nos ofrece este maravilloso acto. 

Como todo en esta vida, lo bueno es bueno hasta un punto, ya que todo en exceso es malo, pero ¿cómo algo tan placentero que ofrece tantos beneficios puede ser algo malo o perjudicial?

La adicción al sexo o hipersexualidad, es la incapacidad de controlar el comportamiento sexual y el malestar o deterioro que vemos reflejado en la persona que lo sufre. La adicción al sexo no solo se centra en el apasionado deseo sexual, también se ve afectado en el nivel afectivo, familiar, social y económico.

Síntomas de una persona adicta al sexo

La persona que sufre adicción al sexo experimenta un aumento progresivo de necesidad de mantener relaciones sexuales o llevar acabo cualquier conducta asociada (masturbación compulsiva, consumo de pornografía, etc), esto crea el síndrome de abstinencia, que consiste en sentir un cierto nivel de malestar o preocupación por los periodos de abstención, es decir, periodos donde no se mantienen o disminuyen relaciones sexuales o se llevan a cabo dichas conductas.

Las personas que sufren esta adicción suelen tener unos patrones de conducta comunes, como son la falta de autocontrol, la impulsividad, la búsqueda de nuevas sensaciones constantemente, el aislamiento social e incluso, en ocasiones, haber sufrido abusos en la infancia.

Otros nuevos factores que incentivan estos patrones de conducta es la facilidad que existe hoy en día en encontrar y acceder a material pornográfico o erótico mediante internet, lo que crea una imagen negativa o errónea sobre la sexualidad real o sana.

Consecuencias de la adicción al sexo

La adicción al sexo aparece como la “solución” a los problemas que siente el individuo en su vida personal, la mayoría de las veces este fenómeno se manifiesta por una situación de estrés. Este acto se trata de una solución “efectiva” a corto plazo, ya que la persona ha satisfecho su necesidad carnal, pero una vez trascurrido un tiempo este deseo vuelve a aparecer y se empieza a convertir en una prioridad para el individuo, por encima de su comportamiento y emociones.

Las personas adictas al sexo recrean fantasías sexuales, la mayoría captadas de la pornografía, y recurren a la actividad sexual en busca de satisfacer o llevar a cabo esas escenas montadas por ellos mismos, está búsqueda se suele deber a estados de ánimo desagradables que presentan los individuos y buscan solución rápida.

Los efectos que pueden reflejar una persona adicta al sexo transcurren desde descuidar a tu ámbito familiar y/o laboral, hasta provocar daños en las relaciones sentimentales tanto con tu pareja como tu familia. Los efectos no son solo hacía las personas externas al individuo, en muchos casos la adicción al sexo puede provocar trastornos de ansiedad y anímicos, aislamiento social y en el peor de los casos, caer en otro tipo de adicciones, habitualmente a las sustancias.

Como solucionar tu adicción al sexo

En primer lugar, cabría destacar realizar una educación sexual adecuada para prevenir e informar sobre la sexualidad, no solo destacando la información sobre los peligros de consumir porno, las enfermedades de transmisión sexual y los métodos anticonceptivos, sino educando hacía unas actitudes sexualmente saludables, donde se englobe todo lo relacionado con la sexualidad y no simples pinceladas sobre ella.

Además, habría que fomentar el aprendizaje para saber emplear las habilidades sociales, como pueden ser aprender o ayudar a manejar el estrés, saber autocontrolarte, etc.

Cuando una persona sufre esta adicción lo fundamental es la ayuda psicológica para aprender a tratar la adicción al sexo, esta se puede aplicar mediante terapias grupales, terapias individualizadas, enseñanza para controlar los impulsos, la ansiedad y las conductas indebidas dentro del sexo.