10 Hechos en el consumo abusivo de alcohol

Sin lugar a dudas, el abuso de alcohol es una realidad en nuestra sociedad. Muchas personas ignoran las graves consecuencias que esta sustancia puede llegar a tener sobre su salud, tanto a nivel físico como emocional y psicológico. .

Por supuesto, la mayoría de las personas que beben no se emborrachan, no tienen problemas físicos relacionados con el abuso del alcohol o el alcoholismo y nunca desarrollarán un problema con el alcohol. Pero antes de tomar tu próxima copa, ten en cuenta estos datos sobre el alcohol, el abuso de esta sustancia y las consecuencias que el mismo puede tener en tu salud:

El alcohol etílico, o etanol, se produce a partir de levadura fermentada, azúcares y almidones de diversos cereales, frutas, verduras y plantas. El alcohol etílico es fundamentalmente el mismo en todos los tipos de bebidas alcohólicas, y cuando se bebe con moderación, el hígado puede metabolizar cómodamente el alcohol de cualquiera de estas bebidas. Pero beber en exceso sobrecarga el hígado y el exceso de alcohol circula por todos los órganos del cuerpo, incluido el cerebro. Esto es lo que te emborracha.

Pero los tamaños habituales de las raciones de bebidas en restaurantes y bares no se ajustan necesariamente a los tamaños estándar de las bebidas. Así, por ejemplo, un solo cóctel mixto puede contener el alcohol de hasta tres bebidas estándar. Para mantener un nivel de consumo de alcohol de bajo riesgo que minimice cualquier impacto sobre su salud y su susceptibilidad a la adicción, es importante respetar unos límites diarios como semanales.

Muchas sustancias químicas son buenas en dosis bajas y tóxicas en dosis altas, pero nunca debemos bajar la guardia frente a la adicción.

El cerebro se adapta físicamente al entorno para rendir mejor en cualquier actividad, pero cuando bebes alcohol de forma constante, tu cerebro puede interpretarlo como un nuevo entorno y cambiar las células nerviosas y las conexiones cerebrales para ayudarte a funcionar mejor con alcohol en tu organismo. Una vez que el cerebro se adapta al alcohol, no se desadapta, por eso, cuando los alcohólicos dejan de beber, algunos de estos cambios siguen siendo un problema durante toda su vida.

Los hombres y las mujeres metabolizan el alcohol de forma diferente debido a las enzimas estomacales, las hormonas, la proporción de músculo y grasa, y la concentración de agua en el cuerpo. Las mujeres absorben más alcohol y lo metabolizan más lentamente, y también corren un mayor riesgo de sufrir daños a largo plazo a causa del alcohol. Los hombres son más propensos a beber en exceso y a adoptar simultáneamente conductas de alto riesgo, lo que provoca una mayor incidencia de muertes y hospitalizaciones relacionadas con el alcohol.

El factor de riesgo más importante para desarrollar un trastorno por consumo de alcohol son los antecedentes familiares. Aunque el componente genético no parece deberse a un único gen, sino más bien a un cúmulo de interacciones genéticas que repercuten tanto en el riesgo de desarrollar la enfermedad como en la respuesta a diversos tratamientos

El abuso de alcohol es beber de una manera que causa problemas en la vida de una persona. Algunos ejemplos son descuidar las responsabilidades en el trabajo o en casa, seguir bebiendo aunque esté causando problemas en las relaciones, o tener problemas legales (como ser acusado de conducir bajo los efectos del alcohol) a causa de la bebida.

En cambio, el alcoholismo implica cambios en las neuronas del cerebro que crean obsesiones, como la sensación de necesitar una copa o el consumo compulsivo de alcohol, que consiste en beber en momentos en los que no se tenía intención de hacerlo o beber más de lo previsto.

Beber en exceso también aumenta el riesgo de padecer otras enfermedades, incluidos muchos tipos de cáncer, como el de boca, colon, recto, estómago y esófago.

El alcohol deprime la respiración, y beber demasiado puede hacer que se deje de respirar. El alcohol es un sedante, y prácticamente todos los sedantes pueden hacer esto en dosis suficientemente altas.

Las borracheras también provocan otros problemas de salud peligrosos, como vómitos (con riesgo de asfixia), convulsiones, deshidratación e inconsciencia. Incluso si estás inconsciente, el estómago y los intestinos pueden seguir liberando alcohol en el torrente sanguíneo, elevando aún más los niveles de alcohol en sangre

Cuando eres dependiente del alcohol y dejas de beber, algunas células nerviosas se agitan tanto que puedes desarrollar un trastorno llamado delirium tremens, o DT, que en su forma más grave puede provocar convulsiones incontrolables. El delirium tremens es una urgencia médica que requiere hospitalización

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